Un nuevo estudio revela cómo adoptar una práctica diaria simple puede reducir significativamente el dolor de espalda, mejorando la calidad de vida y fomentando una mayor movilidad.
El dolor de espalda es una de las afecciones más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo, se asocia con el estilo de vida sedentario, el estrés y las malas posturas.
Estas pausas pueden incluir estiramientos suaves, caminatas cortas o ejercicios de respiración. La práctica regular de estas actividades permite relajar la musculatura y fortalecer el core, lo que a su vez puede prevenir lesiones y mejorar la postura.
Implementar este sencillo hábito no requiere de grandes cambios en la rutina diaria. Con sólo dedicar unos minutos cada hora a moverse y estirarse, es posible notar una mejora significativa en el bienestar general.




