El golpe de calor es un trastorno que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura debido a la exposición prolongada a altas temperaturas. Para evitarlo, es importante tomar algunas precauciones y conocer cómo reaccionar ante los primeros síntomas.
Es fundamental mantenerse bien hidratado, bebiendo agua con frecuencia, incluso si no se siente sed. Evitar las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína, ya que estas pueden empeorar la deshidratación, es otro punto clave para prevenirlo.
Cuando se está expuesto al calor, usar ropa ligera y de colores claros ayudará a regular mejor la temperatura corporal. Además, se recomienda descansar en lugares frescos y evitar hacer ejercicio durante las horas más calurosas del día.
Si se empieza a sentir calor excesivo, mareo o cansancio, es aconsejable buscar sombra y refrescarse con agua fresca. En estos casos, la prioridad es reducir la temperatura corporal y descansar hasta sentirse mejor.




