Tras la destitución de Gloria Ruiz, se concretaron 40 despidos en la planta política y 25 bajas en contratos temporarios que había incorporado la ex vicegobernadora, provocando un ahorro de 1.300 millones de pesos que serán destinados a recursos y obras para la provincia.
En el gobierno de Rolo Figueroa, luego de la destitución de Gloria Ruiz como vicegobernadora, se desencadenaron una serie de cambios en la planta política y los contratos temporarios que ella había implementado.
Tras su salida, la nueva vicepresidenta, Zulma Reina, provocó la baja de 65 personas, lo que se traduce en un ahorro anual estimado en 1.300 millones de pesos para la provincia. De las 65 bajas registradas, 40 corresponden a la planta política y 25 a contratos que fueron simplemente vencidos y no renovados.
Las desvinculaciones empezaron con la del asesor Néstor Gelos, quien nunca asistió a su puesto de trabajo. Le siguieron otras bajas, como la del prosecretario legislativo Gustavo Chittadino y de funcionarios como Vicente Fabián Molina y Cristián Antonio Banegas, todos ellos relacionados con cargos políticos temporarios o asesorías.
Además de las bajas, se registraron cambios en los puestos clave de la Legislatura, con la sustitución de la cúpula por funcionarios de planta permanente, como Mariana Valdebenito y Claudio Cotro. La mandataria señaló que la contratación de nuevos perfiles se limitaría a situaciones excepcionales, asegurando que la mayoría de los cargos serían cubiertos por personal ya en la administración pública.
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