El joven venezolano sobrevivió al ataque de la ballena, tras un breve momento de pánico, gracias a las medidas de seguridad adoptadas durante la actividad.
Adrián Simancas, un joven venezolano de 28 años, vivió una experiencia única y aterradora cuando fue engullido por una ballena jorobada mientras practicaba packrafting en el Estrecho de Magallanes. Tras ser succionado por el animal, pensó que había muerto, pero minutos después la ballena lo expulsó.
Afortunadamente, Simancas sobrevivió sin mayores daños gracias a las medidas de seguridad que había tomado, como el uso de GPS y trajes secos, que resultaron cruciales en la peligrosa situación.




