El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, decretó 72 horas de duelo por las víctimas del devastador temporal que golpeó la ciudad el pasado fin de semana. Conmovido por la tragedia, confirmó que el número de fallecidos asciende a 15 y detalló el dramático panorama de la ciudad, aún lidiando con las consecuencias del desborde de los ríos y el colapso de infraestructuras claves.
El temporal, que dejó más de 400 mm de lluvia en pocas horas, causó estragos en varios sectores de la ciudad. «Perdimos el 70% de nuestra capacidad operativa», afirmó Susbielles, señalando la pérdida de vehículos de rescate y patrulleros debido a las inundaciones. La ciudad quedó parcialmente aislada, y las labores de rescate se vieron dificultadas por la destrucción de puentes y caminos.
Además, el intendente indicó que la situación en los hospitales fue crítica, con evacuaciones de unidades de terapia intensiva y neonatología. «La colaboración del Ejército y la Armada fue esencial para acceder a las zonas más afectadas», explicó, destacando el esfuerzo de los equipos de rescate que trabajaron incansablemente para salvar vidas.
La ciudad también enfrentó grandes desafíos en el restablecimiento de los servicios básicos. Aunque se ha logrado recuperar el 55% de la electricidad, la normalización total aún está lejos, y las calles continúan anegadas en algunas zonas. «El impacto vial ha sido significativo, y la reconstrucción tomará tiempo», agregó el intendente.
Finalmente, en medio de la devastación, la comunidad se moviliza para brindar apoyo a los afectados. Se habilitaron puntos de recolección de donaciones, mientras que se ha dispuesto un sistema para canalizar aportes económicos destinados a asistir a las familias damnificadas.




