El fenómeno climático de El Niño, junto con el cambio climático, está generando un aumento de imprecisiones en los pronósticos meteorológicos, lo que afecta la precisión de los modelos de predicción.
Los modelos actuales de pronóstico numérico pueden acertar en un 80% de los casos a siete días y un 90% a cinco días, pero la atmósfera es un sistema caótico, lo que implica que incluso pequeños cambios en las condiciones iniciales pueden llevar a grandes diferencias en los resultados a medida que se aleja la fecha de la predicción.
Además, el recorte de presupuestos en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha afectado la infraestructura necesaria para mejorar los modelos, como el mantenimiento de equipos y la capacitación del personal. Este debilitamiento de recursos ha dificultado la mejora de la calidad de los datos meteorológicos, lo que contribuye a las imprecisiones.
A pesar de estos desafíos, el SMN sigue siendo un referente en América Latina y continúa trabajando en colaboración con otras instituciones internacionales para mejorar la precisión de sus pronósticos. La interacción del cambio climático con fenómenos como El Niño y La Niña ha complicado aún más las predicciones, aunque tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) están mostrando resultados prometedores para mejorar las predicciones a corto plazo.




