El informe enviado por el enfermero Ricardo Almirón la mañana del 25 de noviembre de 2020 no reflejaba el estado crítico del exfutbolista. Peritos forenses afirman que Maradona ya estaba en agonía desde horas antes.​

A las 8:01 de la mañana del 25 de noviembre de 2020, el enfermero Ricardo Almirón, imputado en la causa por la muerte de Diego Maradona, envió un parte médico al grupo de WhatsApp del equipo que atendía al exfutbolista. En el mensaje, Almirón indicó que Maradona «continúa descansando en buena forma» y que se había rehusado a ingerir sólidos, pero tenía una «buena entrada de líquidos».

Sin embargo, según testimonios presentados en el juicio, Maradona ya estaba en agonía en ese momento. Peritos forenses declararon que el astro del fútbol sufrió una larga agonía antes de fallecer, que pudo haber comenzado hasta 12 horas antes de ser encontrado sin vida. El forense Carlos Mauricio Cassinelli explicó que se encontraron coágulos en el corazón, indicativos de un proceso agónico.

Tras el parte de Almirón, la enfermera Gisela Madrid, también imputada, reportó a las 8:52 que el paciente «sigue descansando». No hubo más comunicaciones hasta las 12:42, cuando Nancy Forlini, coordinadora de la empresa de medicina prepaga y también acusada, solicitó información urgente. En ese momento, se estaba intentando reanimar a Maradona, quien ya no presentaba signos vitales.​

Estos hechos son parte del juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro, donde se busca determinar la responsabilidad de siete profesionales de la salud en la muerte de Maradona. Los acusados enfrentan cargos de homicidio simple con dolo eventual, que contempla penas de hasta 25 años de prisión.​

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