Una revisión de más de 230 estudios evidenció que insomnio, apnea y la falta de sueño puntual alteran áreas separadas del cerebro, lo que abre el camino a terapias más personalizadas.​

Una investigación reciente del Instituto de Neurociencia y Medicina Jülich en Alemania, publicada en JAMA Psychiatry, analizó más de 230 estudios para comprender cómo diferentes trastornos del sueño afectan distintas regiones del cerebro. El estudio reveló que la privación de sueño aguda y los trastornos crónicos como el insomnio o la apnea del sueño impactan en áreas cerebrales diferentes.​

El doctor Masoud Tahmasian, coordinador del estudio, explicó que la falta de sueño es un factor de riesgo modificable para enfermedades mentales en adolescentes y personas mayores. Los trastornos del sueño a largo plazo afectan regiones cerebrales vinculadas a emociones, toma de decisiones, memoria y percepción sensorial.​

El doctor Daniel Pérez Chada, presidente de la Fundación Argentina del Sueño, destacó que el déficit de sueño crónico puede llevar a múltiples efectos negativos en la salud, incluyendo problemas cardiovasculares, deterioro cognitivo, debilitamiento del sistema inmunológico y un incremento en el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2.​

Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar los trastornos del sueño con enfoques personalizados, considerando las áreas cerebrales específicas afectadas y las posibles consecuencias en la salud mental y física.

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