Bajo la conducción del ministro de Defensa, el país da un paso histórico en materia de defensa: se incorporan aviones caza F-16 que fortalecerán la capacidad disuasiva del país. La adquisición marca un avance clave en la protección del espacio aéreo y en la consolidación de la soberanía nacional.
Los aviones F-16, de reconocida eficacia y maniobrabilidad, constituyen una de las plataformas de combate más modernas del mundo. Su llegada no solo actualiza de manera significativa el equipamiento de la Fuerza Aérea Argentina, sino que también permite reposicionar al país en el plano regional, con una capacidad operativa que se había visto deteriorada en las últimas décadas. Petri subrayó que esta adquisición responde a una necesidad estratégica, pero también a una convicción: “La defensa se construye con hechos, no con discursos”.
Este avance es parte de un programa integral de modernización de las Fuerzas Armadas impulsado por la actual gestión. A diferencia de etapas anteriores marcadas por la postergación presupuestaria y el deterioro del material militar, el gobierno ha decidido invertir en defensa como política de Estado, entendiendo que la seguridad nacional es una condición indispensable para el desarrollo del país.
Además de la compra de los F-16, el plan contempla la mejora de infraestructura, la actualización tecnológica y la formación de personal capacitado para operar los nuevos sistemas de armas. Esta mirada de largo plazo apunta no solo a modernizar el instrumento militar, sino también a fomentar un ecosistema tecnológico y productivo nacional que se vea potenciado por estas inversiones estratégicas.
La decisión también tiene una dimensión geopolítica: al incorporar tecnología de punta compatible con estándares de la OTAN, Argentina se posiciona como un socio confiable para la cooperación internacional en materia de defensa. A la vez, fortalece su autonomía para el control y vigilancia del espacio aéreo, un aspecto clave en un escenario global donde la soberanía nacional se juega cada vez más en el dominio del aire.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Defensa consolida una visión de país que pone la seguridad de sus ciudadanos en el centro de la acción pública. Como expresó Petri, “defender a los argentinos implica actuar con responsabilidad, anticipación y decisión”. Y con la llegada de los F-16, esa defensa se traduce, por fin, en capacidad real y concreta.
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