El mercado laboral argentino en 2025 muestra una leve mejora en comparación con años anteriores, aunque persisten desafíos estructurales vinculados a la informalidad y la falta de oportunidades para los jóvenes. Según el INDEC, la tasa de desempleo se ubicó en 8,7% durante el segundo trimestre, lo que representa una reducción de 0,4 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2024. Sin embargo, entre los trabajadores menores de 29 años el desempleo asciende al 17%, evidenciando la dificultad de este grupo para acceder a puestos de calidad.
La informalidad laboral sigue siendo uno de los principales problemas del país. El 35,2% de los ocupados trabaja en condiciones no registradas, sin aportes jubilatorios ni cobertura social. Este fenómeno afecta con mayor fuerza a los jóvenes y a los trabajadores de sectores como comercio, gastronomía y construcción. Los especialistas señalan que la informalidad no solo impacta en la estabilidad laboral, sino que también limita la recaudación fiscal y la posibilidad de financiar políticas públicas orientadas al empleo.
Algunos sectores, sin embargo, están generando oportunidades de crecimiento y empleo formal. La industria tecnológica se consolidó como uno de los motores más dinámicos, con un aumento del 12% en la contratación durante el último año. Empresas vinculadas al desarrollo de software, servicios de IT y economía del conocimiento lideran esta tendencia, ofreciendo puestos que demandan formación específica en programación, análisis de datos e inteligencia artificial. También el sector energético, impulsado por Vaca Muerta y la expansión de proyectos de litio, registró un incremento en la demanda de mano de obra calificada.
El comercio electrónico y la logística experimentaron un crecimiento sostenido, en parte gracias a la expansión de las plataformas digitales y la preferencia de los consumidores por las compras en línea. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el sector emplea actualmente a más de 250.000 personas en forma directa e indirecta, con una proyección de crecimiento del 10% hacia finales de 2025. Este dinamismo ha generado oportunidades especialmente para jóvenes en áreas de atención al cliente, marketing digital y gestión de datos.
El Gobierno implementó este año distintos programas para fomentar la inserción laboral juvenil. Entre ellos se destacan los incentivos fiscales a empresas que contraten a jóvenes de entre 18 y 24 años y la creación de cursos gratuitos de formación en oficios digitales y técnicos. No obstante, expertos advierten que estas iniciativas deben complementarse con políticas de largo plazo que incluyan mejoras en el sistema educativo y una mayor articulación con el sector privado.
De cara a los próximos meses, la evolución del mercado laboral dependerá de factores como la estabilidad macroeconómica, el nivel de inversión y la capacidad de generar empleo de calidad. Si bien la tecnología y la economía verde ofrecen un potencial significativo, la reducción de la informalidad y el fortalecimiento del empleo joven seguirán siendo los grandes desafíos para lograr un crecimiento inclusivo y sostenido en el país.




