El proyecto chino T-Flight combina levitación magnética y túneles de baja presión para alcanzar velocidades que superan las de muchos aviones comerciales.

Un ambicioso diseño de tren propone recorrer más de 1.000 kilómetros entre Buenos Aires y la frontera de Brasil en tan solo sesenta minutos gracias a su potencial velocidad de 1.000 km/h. El sistema combina levitación magnética con túneles de presión reducida para eliminar la fricción y maximizar la eficiencia energética.

La tecnología maglev permite que el tren “flote” sobre los rieles mediante imanes, lo cual elimina el contacto físico y reduce enormemente el desgaste. Al aumentar la velocidad, el uso de un túnel con baja presión reduce el efecto del aire, permitiendo mantener el impulso en condiciones extremas.

A pesar de las pruebas exitosas en prototipos, el desafío de llevar esta tecnología a escala real es enorme: se requieren inversiones inéditas para construir túneles, estaciones especiales y sistemas de seguridad avanzados.

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