El navío, llamado “Camarat 4”, fue localizado en condiciones excepcionales de conservación y redefine los límites de la arqueología submarina.

Investigadores franceses han identificado los restos de un antiguo barco mercante a más de 2.500 metros bajo el mar, una profundidad que lo convierte en uno de los naufragios más profundos jamás documentados. El descubrimiento fue realizado por la Armada, en colaboración con el DRASSM.

El pecio, que data del Renacimiento, estaba sorprendentemente bien preservado gracias a las temperaturas muy bajas y a la ausencia de corrientes fuertes, lo que ha permitido conservar madera, herramientas y objetos a bordo con gran integridad.

Entre los objetos recuperados se encuentran jarras de cerámica, barras de hierro y un pequeño cañón, elementos que brindan una visión inédita de las rutas comerciales marítimas del siglo XVI y del comercio mediterráneo de la época. 

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