Investigadores del CONICET y la Universidad Austral hallaron que dosis muy bajas de una molécula inflamatoria fortalecen a las células beta del páncreas, lo que podría cambiar el tratamiento de la diabetes.

El equipo dirigido por Marcelo Perone del IIMT (Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional) demostró que exponer las células beta a pequeñas cantidades de interleucina-1 beta (IL-1β) ayuda a que resistan mejor futuros episodios de estrés inflamatorio.

Este descubrimiento desafía la visión clásica, que considera a la IL-1β únicamente perjudicial, mostrando que en dosis muy bajas puede generar una respuesta adaptativa protectora. En biología, este fenómeno se conoce como hormesis.

Aunque todavía no existe una terapia lista basada en este hallazgo, los investigadores destacan que la estrategia podría aplicarse tanto en diabetes tipo 1 como tipo 2, abriendo la puerta a nuevos tratamientos que preserven la función de las células productoras de insulina.

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