Lejos del mito de que “la minería deja el 3% en el país”, los números oficiales muestran exactamente lo contrario. Según el Ministerio de Economía de la Nación y los informes publicados bajo el estándar internacional EITI, el 67% del valor generado por la actividad minera permanece en Argentina, distribuido en salarios, compras locales y tributos. Si se suman regalías provinciales, aportes laborales, impuestos y servicios contratados en territorio nacional, el porcentaje supera ampliamente el 80% del total facturado.
Cómo se distribuye el valor dentro del país
Los informes EITI —que auditan de manera independiente la cadena de valor minera— detallan que:
- 52% de la facturación del sector se reinvierte en salarios formales y compras a proveedores locales.
- 12% se destina a impuestos nacionales y provinciales (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos, contribuciones patronales y aportes de seguridad social).
- Entre 3% y 5% corresponde a regalías provinciales, que no son el único aporte, sino apenas una parte del total que recibe cada jurisdicción.
Es decir, cuando una minera exporta 1 dólar, más de 80 centavos quedan en Argentina en forma de trabajo, impuestos, insumos, logística, construcción, servicios y contrataciones.
Aporte genuino, sin subsidios y con impuestos altos
A diferencia de otras industrias, la minería no recibe subsidios, no accede a regímenes de promoción especiales y opera con una de las cargas impositivas más altas del país.
Según la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM):
- Por cada dólar exportado,
**la minería aporta hasta 20 veces más en impuestos y retenciones que en regalías. - Su contribución incluye IVA, Ganancias, derechos de exportación, cargas laborales, tasas provinciales y municipales.
En otras palabras, el verdadero aporte de la minería no está en las regalías: está en el movimiento económico que genera y en la enorme masa impositiva que paga.
Impacto provincial: empleo, proveedores y desarrollo local
En provincias como San Juan, Catamarca, Santa Cruz, Salta o Jujuy, la minería es uno de los motores más potentes de la economía real:
- San Juan registra más de 7.000 empleos directos y otros 25.000 indirectos vinculados al sector.
- Catamarca multiplicó por cinco su red de proveedores locales desde 2019 gracias al litio.
- Santa Cruz lidera la producción aurífera y sostiene más del 50% del empleo privado formal en varias localidades.
A nivel nacional, la participación minera en el trabajo formal es una de las más estables del país: el 99% de sus empleos son registrados, con salarios que duplican la media nacional.
Además del empleo directo, el sector dinamiza mecánica pesada, metalmecánica, transporte, construcción, gastronomía, logística, perforación, servicios ambientales, pymes tecnológicas y comercios.
Qué demuestra realmente la minería
El ejemplo es claro:
cuando se libera la producción, se respeta la inversión y se dan reglas previsibles, la economía se mueve sola.
La minería:
- genera trabajo privado genuino;
- impulsa pymes;
- aumenta el consumo local;
- mejora la recaudación provincial;
- y multiplica infraestructura que luego queda para la comunidad.
Muy lejos de la idea de que “la minería no deja nada”, los datos oficiales muestran otra realidad:
la minería deja mucho, deja acá y deja todos los días.




