Tras recorrer varios países de América, la embarcación quedó varada y olvidada en la costa, convertida en una estructura vacía y llena de misterio.
El antiguo crucero argentino que alguna vez navegó por distintas regiones del continente hoy yace abandonado, corroído por el paso del tiempo y convertido en una postal inquietante para quienes lo descubren.
La nave tuvo múltiples funciones: fue barco turístico, transporte regional e incluso llegó a operar como hotel flotante, recibiendo visitantes y funcionando como atractivo local en diversas ciudades.
Sin embargo, los problemas económicos, las demoras en su mantenimiento y la falta de un proyecto claro terminaron dejándolo a la deriva, transformándolo en un símbolo del deterioro de una época que ya no volverá.




