El gobierno autorizó el uso de sus terminales aéreas por fuerzas estadounidenses en el marco de una estrategia regional de seguridad.
Trinidad y Tobago aprobó un acuerdo que permite a aviones militares de Estados Unidos utilizar aeropuertos del país para operaciones vinculadas al combate del narcotráfico en el Caribe. La medida forma parte de un esquema de cooperación bilateral.
Según informaron autoridades locales, el objetivo es reforzar la vigilancia aérea y mejorar la capacidad de respuesta frente a rutas ilegales de tráfico de drogas que atraviesan la región.
El acuerdo generó debate interno, aunque el gobierno remarcó que no implica la instalación de bases permanentes ni una pérdida de soberanía nacional.



