El estado destinará una fuerte suma de dinero público para financiar el proyecto, lo que abrió un intenso debate sobre el uso de fondos estatales.
Los Kansas City Chiefs avanzan con la construcción de un nuevo estadio domado en Kansas, un proyecto valuado en más de 3.000 millones de dólares y que contará con una importante participación de fondos públicos a través de bonos y mecanismos fiscales.
La decisión generó cuestionamientos de distintos sectores que consideran polémico destinar recursos estatales a una franquicia privada, en un contexto de múltiples demandas sociales e infraestructura pendiente.
Desde el gobierno local argumentan que la inversión impulsará el turismo, creará empleo y fortalecerá la economía regional, aunque el debate sobre el verdadero impacto sigue abierto.




